ODA A PISCO
Hay una flor muy costeña
entre los andes y el mar,
tiene una playa porteña
a la que voy a contemplar.
Tierra de la vid Iqueña
y adoptivo Valdelomar,
tierra de mi Pisqueña
que siempre voy amar.
Del Pisco eres la dueña
así lo deseen otros hurtar,
nación carente y pequeña
de identidad para admirar.
Catástrofe que nadie sueña
en agosto pudimos observar,
un pueblo que se empeña
estigmas profundos olvidar.
Espíritu de luchadora sureña
a San Martín van a recordar,
pensando epopéyica reseña
alzaste grito fuerte a levantar.
Te fuiste andando risueña
afrontando difícil batallar,
mirando al futuro ensueña
una sola bandera al triunfar
Pepe Castañeda.
Hay una flor muy costeña
entre los andes y el mar,
tiene una playa porteña
a la que voy a contemplar.
Tierra de la vid Iqueña
y adoptivo Valdelomar,
tierra de mi Pisqueña
que siempre voy amar.
Del Pisco eres la dueña
así lo deseen otros hurtar,
nación carente y pequeña
de identidad para admirar.
Catástrofe que nadie sueña
en agosto pudimos observar,
un pueblo que se empeña
estigmas profundos olvidar.
Espíritu de luchadora sureña
a San Martín van a recordar,
pensando epopéyica reseña
alzaste grito fuerte a levantar.
Te fuiste andando risueña
afrontando difícil batallar,
mirando al futuro ensueña
una sola bandera al triunfar
Pepe Castañeda.